martes, 12 de mayo de 2015

20.000 llamadas del naufrago perdido.

Que efusiva mi llamada de auxilio,
desesperada incluso,
pero siempre suena el contestador
diciéndome que ya sé lo que tengo que hacer.

La verdad es que no tengo ni idea
de como reaccionar,
mi grito no tendría sentido
si supiese navegar en esta balsa.

Estoy a la deriva
mientras se me agota la batería,
las ganas, las fuerzas
y se desintegran los remos.

¿Dónde queda la esperanza
cuando el fracaso se instala
en la habitación de invitados
de mi naufragio ficticio? 



miércoles, 6 de mayo de 2015

Sin sentido

Dadme más neuronas espejo
que necesito poner
el piloto automático
para poder
pensar
pensar
pensar
      ensar
            sar
                 r

Deshacerme así, en palabras sin sentido
que te buscan sabiendo
que no estás.
Transportarme al salón
de la que fue mi casa,
con un sofá de desguace
y posters en todas las paredes,
estando tú a unos metros
   de mí
       de mis manos
mientras tu risa
me atraviesa el pecho
y  las horas se cuelgan
de los planes que decimos
y nunca
llegan a puerto más que aquel
que tiene por olas
las sábanas de un lecho
desaliñado
caliente
esperanzador.

Y me da el sol en la cara.
Este coche está tan defectuoso que no puedo perder
el sentido más de unos minutos.
Y vuelvo aquí
a las dunas y los olivos,
al mar que te impide
salir más de veinte minutos antes de tu casa
para llegar a la mía.


Dadme más neuronas espejo
que necesito
ser yo por un tiempo limitado
mientras mi cuerpo pudiente está aquí
y mi alma
se pierde por las calles,
imaginarias,
solo para robarte
un beso.